Una boda conlleva mucho más que las ganas de casarse. Es una carrera contra el tiempo en donde no solo se tienen que ajustar ideas, opiniones y deseos sino que además, se tiene que velar por el presupuesto mientras se combina con los horarios de la vida cotidiana. ¡Uf! El estrés no es para menos, sin embargo, la ayuda de una experta es más que bienvenida y totalmente necesaria en estos tiempos.

Por Redacción Cosas

Que si la comida avanza y les gusta, que si los suegros están de acuerdo o quieren incluir a sus amigos, que si el novio prefiere algo más sencillo o que si la novia desea más exclusividad. Que si están todos los amigos o hay gente que sobra, que si es mejor en el día o en la noche: todas esas ideas rondan la primera fase de una boda. Sin embargo, con el paso de las semanas, no solo hay que armar los detalles sino que hay que ‘bajar a tierra’ todas esas ideas sin que el presupuesto sea afectado. La experta Nancy Pamela Erazo, máster en Organización de Eventos y Turismo MICE y creadora de Weddingland, nos comparte consejos para que la preparación de la boda fluya… (no se garantiza que no habrá contratiempos, pero al menos, estarás lista para saber cómo lidiar con ellos).

Empecemos desde lo más básico

¿Con cuánto tiempo de antelación, idealmente, se debe empezar la planificación de una boda eclesiástica?

Mi recomendación es iniciar, como mínimo, con 9 meses de anticipación. De esta forma será más fácil conseguir los mejores proveedores, los mejores precios y poder anticipar tu lugar soñado. También podemos trabajar en los requisitos que la iglesia solicita.

Para los invitados extranjeros: se debe cubrir algo, o cómo se debe plantear la invitación…

No existe una regla que obligue a cubrir las actividades extras de la fiesta y ceremonia de la boda, sin embargo, si el presupuesto lo permite siempre es bueno que los novios ofrezcan a sus invitados una cena de bienvenida y si hay más presupuesto un tour por la ciudad. Normalmente se crea una página web en sitios especializados para este tipo de eventos (algunos no tienen costo) donde se puede colocar actividades pagadas y las que los novios invitan, así cada invitado puede elegir qué actividad realizar. De igual forma se puede colocar sugerencias de hoteles o lugares de Airbnb para que cada invitado corra con sus propios gastos de acuerdo a su presupuesto.

¿Cómo plantear un presupuesto realista para que, en medio de todo, el dinero no se acabe y con ello la ilusión de los novios?

Este es un punto demasiado importante, creo que debemos ser coherentes entre lo que podemos pagar y lo que vemos en redes sociales. Lo más importante es saber bien lo que queremos y entender que, aunque parezca una decoración simple o un evento sencillo siempre una boda conlleva muchos detalles y mucho trabajo. Valorar el trabajo de cada especialista, asegurarnos de trabajar con personas cumplidas y ver cada detalle. Esto nos ayudará a dar una evaluación temprana de cuanto debemos presupuestarnos. Es ideal manejar un valor extra para gustos adicionales, pues cuando uno inicia la planificación de una boda realmente no sabe cuánto puede  llegar a gastar.

En cuanto a los regalos: qué es lo más adecuado pedir o regalar… (cuál es el promedio en dinero que la gente suele obsequiar en Ecuador)

Para una ‘Boda Destino’, normalmente se divide a los invitados: por ejemplo, los extranjeros están muy acostumbrados a trabajar con una Wish List donde se colocan links de compra conectados a las tiendas que los novios eligen. En esta lista hay diferentes rangos de precios.

Mientras que para invitados locales se puede manejar un sobre con una cuenta bancaria para el depósito. El promedio es de $100 por invitación.

Si quieres acceder a la nota completa encúentralo en nuestra edición impresa 407 “Especial de Bodas”.

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