Los cambios en la dinámica familiar han logrado un giro trascendental para el desarrollo no solo de los hijos sino del rol personal y profesional de la madre y el padre. En la actualidad, para el hombre, su figura y sus responsabilidades están mucho más claras y su vinculación con la familia va más allá de proveer desde lo económico.
Por Nicolás Jácome. Fotos: 123rf
La dinámica de la paternidad ha experimentado una transformación significativa en los tiempos modernos. Desde el estereotipo de ser el proveedor principal hasta la figura presente y activa en la crianza, los padres de hoy en día están cambiando su papel en la familia y la sociedad.
Históricamente, la sociedad ha impuesto roles de género, donde el padre era visto principalmente como el proveedor económico del hogar. Esta concepción arraigada se remonta a décadas atrás, donde el hombre se veía obligado a trabajar largas horas para sustentar a la familia, mientras que la responsabilidad de la crianza recaía principalmente en la madre. Sin embargo, las cifras actuales revelan un cambio notable en esta dinámica.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el porcentaje de padres que participan activamente en la crianza de sus hijos ha aumentado significativamente en las últimas décadas. Más del 70% de los padres pasan tiempo a diario involucrados en actividades con sus hijos, como jugar, ayudar con la tarea escolar o simplemente conversar. Esta tendencia sugiere una transición hacia un modelo de paternidad más equitativo y colaborativo, donde los padres están presentes en la vida cotidiana de sus hijos de una manera más significativa que nunca antes.
Una nueva generación de padres
Otro aspecto importante de esta evolución es el surgimiento de una generación de padres más jóvenes. A medida que las expectativas sociales y económicas cambian, cada vez más hombres están asumiendo roles de paternidad a edades más tempranas. Según un estudio realizado por el Centro de Investigación Pew, el número de padres milennials supera ahora al de padres de la generación X, en los Estados Unidos. Este cambio demográfico está dando lugar a una nueva perspectiva sobre la paternidad, donde la juventud se combina con una mayor apertura hacia la participación activa en la crianza de los hijos.
Sin embargo, esta tendencia también plantea desafíos únicos. Los padres jóvenes pueden enfrentar obstáculos económicos y profesionales mientras equilibran las responsabilidades familiares. La presión de sostener financieramente a la familia puede ser abrumadora, especialmente en un entorno económico incierto. A pesar de estos desafíos, muchos padres jóvenes están demostrando ser resistentes y están encontrando maneras creativas de equilibrar sus roles como proveedores y cuidadores.
El Impacto económico en la familia
El tema económico juega un papel crucial en la dinámica de la paternidad moderna. Si bien tradicionalmente se esperaba que el padre fuera el principal sustentador económico del hogar, la realidad actual es mucho más diversa. Con el aumento de las tasas de empleo femenino y la creciente importancia de la igualdad de género en el lugar de trabajo, las familias ahora están adoptando modelos económicos más flexibles.
Según datos del Banco Mundial, en países como Suecia y Noruega, donde las políticas de licencia parental son más generosas y se promueve la igualdad de género, la brecha entre la participación laboral de hombres y mujeres es significativamente menor que en otras partes del mundo. Esto sugiere que un enfoque más equitativo en las responsabilidades familiares puede tener beneficios económicos tangibles para las familias y la sociedad en su conjunto.
Lamentablemente, en Ecuador no existe una ley que otorgue facilidades al padre al momento de excusarse en sus actividades profesionales, al contrario de lo que pasa con la madre.
Beneficios de una paternidad activa
Una de las consecuencias más significativas de esta evolución en la paternidad es el impacto positivo en el bienestar emocional y social de los niños. Los estudios han demostrado consistentemente que los niños que crecen con padres presentes y activamente involucrados tienden a tener un mejor ajuste emocional y comportamental.
Un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos encontró que los niños que tienen una relación cercana con sus padres tienen menos probabilidades de experimentar problemas de salud mental, como depresión o ansiedad, y son más propensos a tener éxito académico y social. Esto resalta la importancia de la presencia paterna en el desarrollo integral de los niños y subraya la necesidad de fomentar una paternidad activa y comprometida en la sociedad.
Si bien persisten desafíos económicos y sociales, el aumento de la participación de los padres en la crianza de los hijos ofrece beneficios sustanciales tanto para los niños como para la sociedad en su conjunto. Al reconocer y valorar el papel único que desempeñan los padres en la vida de sus hijos, podemos trabajar hacia una sociedad más equitativa y empoderada, donde la paternidad sea celebrada y apoyada en todas sus formas.
La mirada experta
Entrevistamos a Susana Ayala, psicóloga en consejería familiar quien también se desempeña como psicoterapeuta y cuenta con varias certificaciones en terapia de pareja.
¿La paternidad ha cambiado en la actualidad? ¿Por qué?
Es verdad que la parternidad cambió desde hace unos años. Hay que reconocer que el aspecto social y afectivo dentro de la familia ha cambiado debido a la situación económica. También a que la mujer también ha tenido que salir ahora a la familia. Entonces, esto sí ha permitido que el varón, como tal como padre, sí esté más presente dentro de la relación con los hijos y la familia. Sea porque le ha tocado quedarse en casa, sea por situaciones económicas, por falta de oportunidades de trabajo, o porque realmente la vida misma dentro de las generaciones, ha hecho que el hombre también se sensibilice a estar presente dentro de la educación de los niños, a tratar el lado emocional de los hijos y a involucrarse en una forma efectiva en los quehaceres del hogar, sin necesidad de feminizarse, sino simplemente por el hecho de compartir con la esposa y el hogar.
¿Cómo cree que la sociedad ha tomado esto de que el hombre está más presente en el hogar?
Creo que lo ha tomado mejor sin machismo, porque recordemos que en épocas anteriores era como un síntoma de vulnerabilidad. Ahora es una parte activa, es una parte equitativa dentro de la familia.
¿Por qué cree que en las empresas los permisos para temas familiares son solo para la madre y no para el papá?
La principal razón es porque el machismo aún está presente. En las empresas están pensando que solo la madre tiene que estar presente para acompañar a los hijos en eventos. Y la verdad es que ¡qué hermoso es que papá llegue!.
¿La paternidad activa evita depresión en los niños y un mejor manejo sentimental?
El padre y la madre son una vacuna emocional para los hijos en el aspecto de la depresión. La depresión tiene que ver con varios factores, ¿no es cierto? 30% genético, 70% ambiental, si le resumimos hacia nivel general. Pero si el padre y la madre logran tener una relación primero entre ellos como padres de forma sana y logran entablar una relación cordial, saludable y afectiva con sus hijos, es lógico que les van a vacunar emocionalmente frente a las situaciones que tienen en la vida. El que el padre esté presente de manera activa con su deberes en el hogar hace que un niño tenga menor posibilidad de padecer esta enfermedad, un 35% para ser exactos, según investigaciones que he leído y que he realizado.