En 1996, el mundo de la moda y la realeza británica se juntaron cuando Lady Di, recién divorciada del príncipe Charles, asistió a la MET Gala.
Por Arianna Gonzáles
Hoy, lunes 02 de mayo, se celebra una edición más de la MET Gala, el evento benéfico más famoso del mundo que reúne a las celebridades más alabadas de la industria de la moda, la música, el cine y la televisión.
Aunque todo esto suene a espectáculo y parece distar mucho de los eventos a los que solían asistir las familias reales a finales de los noventa, la realeza británica y la cultura estadounidense se mezclaron hace veintiséis años, cuando la icónica Lady Di decidió asistir a la MET Gala, convirtiéndose en la primera princesa en aceptar la invitación del Museo Metropolitano de Arte.
Para finales de 1996, Lady Di y el príncipe Charles ya eran considerados ex esposos. La recién divorciada princesa no dudó ni un segundo cuando fue invitada a la gala, que tuvo lugar el 9 de diciembre, organizada ese año por Liz Tilberis, en ese entonces editora de Harper’s Bazaar, con la temática “Christian Dior”.
Un polémico vestido
El vestido de Lady Di fue diseñado por John Galliano para Dior.
La historia cuenta que en dicha MET Gala, Lady Di compartió con múltiples figuras del entretenimiento como Bianca Jagger, Anna Wintour e Ivana Trump y, aunque se fue del museo poco antes de que el baile empezara, la Princesa hizo historia gracias a su polémico vestido con el que desfiló por la alfombra roja.
Lady Di lució un vestido lencero de color azul, diseñado por John Galliano para Dior, acompañado de un juego de aretes y un collar de zafiros, obsequio de la Reina Madre por su boda con el príncipe Charles.
El diseño del vestido de Diana, que incluía un escote que para la época causó polémica, fue el primero que realizó John Galliano para Dior, luego de haber sido nombrado director creativo de la casa en octubre de 1996.
Para la época, el vestido era considerado atrevido por lo que, varios medios rumorearon que Diana abandonó el evento antes de lo previsto debido a que no se sentía del todo cómoda con él.
A pesar de que las críticas la acompañaron meses después de su aparición en la MET Gala, la presencia de Lady Di marcó un hito en la historia del evento que hoy celebra una edición más.