El rápido aumento de los contagios de COVID-19 en el Reino Unido ha obligado a la reina Elizabeth II a suspender su habitual celebración navideña en Sandringham.
Por Arianna Gonzáles
A pocos días de celebrar Navidad, la reina Elizabeth II ha debido suspender por completo sus planes debido al singular crecimiento de contagios de COVID- 19 que experimenta Reino Unido desde la llegada de la variante ómicron.
Como es tradición, por estas fechas la monarca viaja a Sandringham, la finca de Norfolk. Sin embargo, debido a las nuevas estadísticas de ciudadanos infectados, Elizabeth II se quedará en el castillo de Windsor.
Según una fuente cercana a la familia que habló con la revista People, este fin de año, no veremos a la familia real británica paseando camino a la iglesia, aunque de igual manera se reunirán en privado.
La reina Elizabeth II continuará su estadía en el castillo de Windsor, donde reside desde que comenzó la pandemia, por lo que la celebración navideña se trasladará hasta ahí.
Según la fuente antes mencionada, la decisión ha sido tomada después de una larga meditación y trata de reflejar el actual “enfoque cauteloso” de la familia real británica.
Un año más
Esta no es la primera vez que la monarca suspende sus tradicionales celebraciones navideñas. El año pasado, la pandemia también la obligó a quedarse en el castillo de Windsor.
Sin embargo, esta Navidad será distinta pues representa la primera desde el fallecimiento del príncipe Philip de Edimburgo en abril de este año.
A su vez, como se recuerda, la semana pasada Elizabeth II anunció la cancelación de la cena familiar de los royals previa a las fiestas navideñas, como medida de prevención.
Según fuentes cercanas a la monarquía británica, la decisión de cancelar la reunión a la que suelen acudir docenas de invitados entre hijos, nietos y bisnietos de la monarca fue difícil pero responde a las circunstancias actuales y a la preocupación constante de la reina por la salud de su nación.