Desde Nueva York hasta Filipinas, y en cada rincón de Europa, se vive, se siente y se saborea la Navidad. Las temperaturas marcan extremos, los rituales se mueven en la variedad que la imaginación permite y los sabores se confunden en aquellos aromas propios de la festividad.
Por: Martha Dubravcic. Fotos: Getty Images
Alemania y los rincones de Rothenburg
Este pueblo medieval es una de las ciudades más hermosas de Alemania y de Europa. Murallas, torres y casas pintorescas gritan calidez en medio del frío europeo. La sensación de fantasía que produce transitar las calles empedradas se exalta al llegar al mercado que se encuentra en la plaza principal. La novedad es que se trata de uno de los mercados navideños más antiguos, pues existe desde hace cinco siglos.
Además del placer de pasear por el Mercado de Navidad de Rothenburg, según el portal vacacionesporeuropa.com el lugar ofrece otras actividades diarias, como por ejemplo “cada día durante Adviento hay un tour guiado en inglés a las 14:00, o la entrañable e ineludible visita de Santa Claus al mercado navideño cada día a las 16:30. A las 17:00 se ilumina una ventana de Adviento (del 1 al 23 de diciembre), y a las 17:30 empieza un concierto navideño.
Llegar a este rincón de Europa y vivir la época navideña sin duda es la experiencia más parecida a un cuento de fantasía, aromatizado con olores y sabores de los dulces que se elaboran especialmente en la época.
Londres, de todo y para todos
No solo los calcetines al pie de la cama esperando ser llenados con golosinas y regalos, ni únicamente las galletas y zanahorias que los ingleses dejan para Papa Noel, definen las tradiciones de esta parte del mundo durante la Navidad. Londres y todo el Reino Unido adoptan un rostro iluminado y de elegancia extrema y las tradiciones se mantienen como símbolos de su identidad. El discurso del rey es uno de esos simbolismos. “Esta tradición navideña comenzó en 1932 cuando el rey Jorge V, bisabuelo del actual rey, pronunció un discurso en una transmisión de radio. La idea original del discurso era levantar la moral en aquellos tiempos difíciles, con la amenaza de la II Guerra Mundial (babbel.com); actualmente, el discurso se ha convertido en una reflexión anual, un resumen del año por parte de la casa real desde la perspectiva más británica que existe”. El discurso dura 10 minutos y se emite a las 15:00 el día de Navidad. En ese momento todas las familias británicas se reúnen.
Otra de las características de la Navidad en Reino Unido es que la Nochebuena es la noche de las reuniones en la ciudad natal; esto significa que todos retornan a sus lugares de origen para pasar la fiesta. Al retornar a su ciudad, ocurren los encuentros con amigos de infancia y es común frecuentar el bar de juventud, por lo que, según muchos, es la noche con más alcohol de todo el año; incluso en la mañana del día de Navidad suele ofrecerse y consumirse Buck’s Fizz, una bebida alcohólica hecha de jugo de naranja y vino espumoso.
Finalmente, el teatro llega en forma de “pantomimas” para toda la familia. Obras que mezclan humor, fantasía y música están en todos lados como parte de la fiesta y la tradición que acompaña a la Navidad. Así, el Reino Unido destapa una caja de sorpresas que incluye desde lo señorial de sus tiendas, el discurso del año pronunciado por el rey, la diversión en bares y la parodia teatral.
Filipinas, larga Navidad
Un destino novedoso que, si vas por estas tierras, te permitirá vivir la Navidad desde septiembre, pues la fiesta se celebra todos los meses terminados en “bre” y suele extenderse incluso a hasta San Valentín. Es característico que las casas luzcan sus ventanas adornadas con paroles, que es un farol que simboliza la estrella que orienta a los Reyes Magos.
Las tradiciones filipinas empiezan con Simbang Gabi o Misa de Gallo, una forma de celebrar el Adviento. Consiste en una serie de nueve misas que comienzan a las 4 de la mañana, en los días previos a la Navidad. La primera misa es el 16 de diciembre y la última es el 24 de diciembre, cuando se celebra la misa de medianoche. Después de esta, se escuchan villancicos en todas partes y la tradición muestra a muchos vendedores ambulantes vendiendo bibingka (pastel de arroz filipino cocinado en barro) y el postre favorito de Navidad, el famoso puto bumbong. Este último es un pastel de arroz al vapor en tubos de bambú. Suele ser morado y servirse con coco rallado y azúcar morena, detalla el portal que mencionamos.
Nueva York es siempre Nueva York
Las luces del Rockefeller Center iluminando la ciudad y la vida neoyorkina es la imagen que nuestra memoria guarda y evoca cada diciembre. Si puedes ser testigo del encendido del árbol, habrás sido parte de una experiencia llena de magia. El árbol gigante suele llegar a la plaza a mediados de noviembre y, a partir de entonces, colocan andamios a su alrededor y empiezan a decorarlo (anuevayork.com). Este año el árbol del Rockefeller encenderá sus 30 mil luces el 29 de noviembre a las 20h00; y previo a ello el ambiente y shows se encargarán de llenarte de emociones y sensaciones. Ármate de paciencia y de un buen abrigo para el frío ya que la experiencia completa de disfrutar de este abeto gigante iluminado toma tiempo, pero vale la pena.
La vibra navideña llega a la Quinta Avenida y cada uno de sus escaparates. Allí las mejores marcas compiten entre sí con puestas en escena que parecen creaciones de una película de fantasía o de una imaginación que desborda los límites.
Disfrutar del patinaje sobre hielo en la pista del Central Park es otra de las experiencias imperdibles en Navidad; eso sí debes comprar las entradas con anticipación porque se agotan.
Y la magia navideña también se toma Brooklyn; este barrio repleto de tradición neoyorkina viste cada fachada de su mejor versión y las luces conforman un lenguaje tan particular que a la vez engrana en la universalidad de la fiesta. El puente de Brooklyn en estas fechas es un espectáculo en sí mismo.
Bélgica recibe a un Papa Noel español
Países Bajos y Bélgica reciben a un obispo cada diciembre; es Sinterklaas, el equivalente a Papá Noel. Lo curioso es que llega de España para repartir regalos a los niños, junto a su ayudante Zwarte Piet o Pedro el Negro, de piel oscura y vestimentas de estilo moruno, quien regala dulces y caramelos.
En esta parte del mundo la Navidad se nutre no solo del ilustre visitante, sino también de mercadillos y decoración que envuelven en su magia a quien se detenga por unos minutos solo con ganas de mirar.
El show de luces y sonido en Grand Place, considerada por muchos la plaza más bella del mundo, es un espectáculo de 360 grados, que cada año presenta una temática distinta (hellotickets.es). Como el show se repite cada 30 minutos durante toda la noche en época navideña, siempre es posible alcanzarlo en alguno de los momentos y disfrutarlo.
Un lugar que en esta época luce más especial que nunca son las Galerías Sain-Hubert. El sitio acoge a las mejores marcas, pero además de ser un lugar de compras, cautiva por su arquitectura e historia.
Muy cerca de Bruselas, a solo dos horas, está una ciudad encantadora: Brujas, su nombre suena a cuento medieval y en realidad es eso lo que encontramos, magia pura. Un paseo por el Light Experience Trail nos hará, probablemente, perder la noción del tiempo. La idea es seguir un camino para poder disfrutar de todas luces dispuestas por toda la ciudad; se trata de un sendero de luces que para transitarlo solo hay que dejarse llevar. Otro clásico de Brujas en la época navideña es la pista de patinaje sobre hielo en Minnewater (rutaenfamila.com); si bien es una oferta que hay en la mayoría de mercadillos europeos, Brujas es Brujas y no habrá espacio para arrepentirse.
Finlandia, ¡exótica!
La Navidad finlandesa es una de las más exóticas y distintas a lo que estamos acostumbrados. En Nochebuena, lo típico es ir a la sauna acompañado de la familia y al cementerio, para recordar a los seres queridos que ya no están. Sin embargo, la Navidad tiene otros rituales días previos a la Nochebuena. Por ejemplo, el día de Santa Lucía, que se celebra el 13 de diciembre, las mujeres de cada familia suelen vestir una túnica color blanco y lucir en la cabeza una corona de velas; completa la tradición de este día el que en familia se sirven galletas, café y vino caliente.
Parecido a España, el menú navideño en el país nórdico incluye jamón, salmón, patatas gratinadas y bacalao; una tradición de este lugar es iniciar la cena, luego de haber mirado por la ventana la primera estrella en el cielo, detalla Rocío González, en su artículo Cómo celebran la Navidad en Finlandia. También detalla que Papa Noel no deja los regalos mientras los niños duermen, sino que los visita en sus casas después de la cena, les pregunta si se han portado bien y les entrega sus presentes personalmente.
Polonia en 12 sabores
En este lado del mundo, la tradición manda a servir doce platos distintos en honor a los doce apóstoles y a los meses del año, según indica el portal muyinteresante.es y así se convierte en uno de los países en los que la tradición navideña se centra en la cocina con sus más variadas propuestas. En los hogares más tradicionales la regla es que la carne quede fuera del menú en el día de Navidad y una costumbre solidaria y con profundo significado es que se suele dejar una silla vacía, un plato y unos cubiertos. Según el portal mencionado, es para dar acogida a quien no tiene dónde pasar la Nochebuena, y llevar a la práctica el proverbio polaco que dice “Un huésped en casa, Dios en casa”.
En una cena típica de Navidad polaca no faltarán los sabores del Arenque, carpa frita, sopa de remolacha, pierogi de setas, y piernik, como dulce típico, son algunos de los platos que hacen parte de la lista de 12. Así que, con las opciones de la gastronomía, es fácil olvidarse del frío y disfrutar.