De acuerdo con recomendaciones médicas, la Reina Elizabeth II no podrá usar sus coronas más pesadas para no dañar su cuello y espalda.

Por Redacción COSAS

En los últimos meses, la salud de la reina Elizabeth II ha estado bajo el ojo público. Primero, tras conocerse que sufría problemas en la espalda y luego debido a su infección por coronavirus.

A pesar que la monarca luce muy bien para su edad, su salud se ha ido deteriorando al punto que ha debido renunciar a costumbres como tomarse un gin diario y, ahora, se ha dado a conocer que ya no podrá usar sus coronas más pesadas.

Esta indicación médica se basa en poder evitar lesiones en sus huesos del cuello y espalda debido al peso de piezas como coronas e, incluso, abrigos.

En su lugar, la reina deberá usar tiaras o diademas más pequeñas pero igual de exclusivas y lujosas. A esta recomendación de su médico, se le suma también la prohibición de usar pendientes y gargantillas pesadas.

Dichas prohibiciones responden a la necesidad de no acrecentar los problemas de movilidad que Elizabeth II padece a causa de su edad.

Como se recuerda, en junio de este año, la monarca celebrará su Jubileo de Platino por lo que, debido a esta nueva indicación, se presume que Elizabeth II no usará ninguna de sus coronas en el balcón real desde donde disfruta, junto a los miembros de la familia real, del famoso Trooping the Colour.

Funciones reales en pausa

Elizabeth II

El príncipe Charles reemplaza a su madre en algunas apariciones públicas.

Debido a sus condiciones de salud, Elizabeth II ha debido dejar algunas de sus obligaciones reales, sobretodo las que incluyen su presencia en lugares fuera de su residencia.

Recientemente, la monarca no se presentó en la sesión de apertura del parlamento británico y el discurso que tiene acostumbrado dar en este evento estuvo a cargo de su hijo, el príncipe Charles, quien asistió acompañado de su esposa Camilla de Cornualles y el príncipe William.

Los problemas de movilidad de la reina se extienden a sus actividades cotidianas. Es de conocimiento público que desde hace un par de meses, la reina usa un lujoso carrito de golf para poder desplazarse por los jardines del Castillo de Windsor, donde vive desde el inicio del confinamiento por la pandemia.

El nuevo vehículo de transporte de Elizabeth II es eléctrico y fue elaborado por la marca danesa Garia en colaboración con Mercedes-Benz. Entre sus cualidades, el carrito de golf supera los 60 kilómetros por hora y posee un pequeño refrigerador, una pantalla de diez pulgadas, entre otros complementos.

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