La conducta del cantante canadiense, Justin Bieber, no pasó desapercibida por la marca de autos deportivos de lujo italiana.
Por Walter Chunga
El cantante canadiense Justin Bieber no siempre ha sido reconocido por su buen comportamiento. Su fama le provocó más de un problema con el alcohol y las drogas. Situación que le llevó a perder amigos y lo sumergieron en una gran depresión. El artista canadiense ha vuelto a las andadas y sigue envuelto en más de una polémica. Ferrari se cansó de los últimos comportamientos que el cantante protagonizó con sus autos deportivos y una de las consecuencias fue vetar a Bieber, quien ya no podrá conducir vehículos de la marca.
Justin Bieber es un aficionado a los autos deportivos de lujo.
El público objetivo de Ferrari se caracteriza por tener una cuenta corriente repleta de muchos ceros, Bieber es uno de ellos. Sin embargo, la falta de respeto por uno de sus coches no se lo perdonó la compañía italiana. Justin Bieber entró así en la lista negra en la que también figura Nicholas Cage; el boxeador Floyd Mayweather o el dj Deadmau5. Desde hace años, Bieber es fan de los autos de alta gama, especialmente los que llevan el dibujo del ‘Cavallino Rampante’.
El disgusto de Ferrari
Bieber tuvo entre su colección el modelo 451 en el año 2015. Es importante mencionar que Ferrari pide a sus compradores el respeto por ciertos principios. Entre ellos se encuentra el cuidar y mantener una conducta adecuada frente al volante. Por tal motivo, la compañía de autos no vio con buenos ojos que el cantante aparcara su auto deportivo, lo dejara dos semanas y olvidara después dónde estaba. De hecho, fue un miembro de su propio staff quien logró dar con su paradero.
No obstante, eso no fue lo único que les disgustó a los directivos de la marca italiana. Otro de sus comportamientos que ocasionó que lo vetaran fue cuando Justin no quiso respetar uno de los deseos de Ferrari: que los dueños modifiquen a su antojo la apariencia de sus coches, esto es algo en lo que la marca trabaja constantemente para mantener su identidad. Bieber no sólo cambió el color de su auto, sino que luego lo subastó.
Por lo tanto, Ferrari ha visto el momento oportuno para vetar de cualquier futura compra a Justin Bieber, que deberá dirigir su pasión hacia otras firmas de automovilismo que sí le permitan sus excentricidades.