Cristalinas aguas, variada gastronomía internacional y hasta un café ecuatoriano: los invitamos a viajar por este bello destino australiano…
Fotos y Texto: Leonardo Ampuero (Instagram @AmpueroLeonardo)
Ubicada a 13.000 Kms del Ecuador, esta bella ciudad rodeada de canales y de sol intenso todo el año, se asienta en la Costa Este del país de los canguros. South Coast o Costa Sur, fue su nombre original, modificándose en 1950 hacia Gold Coast debido a la alta inflación de las propiedades, el buen servicio de sus negocios y al alto estándar de vida de sus habitantes.
Conocida por sus extensas playas, de mares turquesas cristalinos, arenas blancas y perfectas olas apetecidas por surfistas locales y extranjeros, es también considerada el Orlando Australiano ya que en este destino se se encuentran parques temáticos, visitados como destino de diversión familiar con hoteles de lujo, restaurantes para gustos sommeliers y centros comerciales con grandes marcas de diseño, estilo y glamour.
Pero, más allá de esto, Gold Coast esconde una movida interesante para el visitante que pueda tomar con calma su estancia y darse el gusto de degustar la verdadera esencia de la ciudad y su gente: aprovechar los primeros rayos de sol a las cuatro de la mañana en verano y animarse a correr una de sus mejores olas, trotar frente a ellas o hacer un cross-training, son el comienzo perfecto para un buen día. Dar un paseo a pie por sus calles, respirar su ambiente hippie relajado y observar a los artistas locales y foráneos pintar con vívidos colores cada rincón de sus barrios, para luego probar un filtrado arábico o robusta ecuatoriano en una cafetería de especialidad. Salir a tomar una cerveza artesanal con receta local; degustar un Pad Thai en un restaurante tailandés; asistir a un festival de música country en sus calles con la brisa fresca del mar como invitada; o simplemente sentarse en sus playas a esperar a que el cielo empiece a rayarse con todos los colores de la gama cromática de un rojo incandescente, con una copa de vino blanco de las mejores cepas de las fincas de Melbourne en la mano; pueden ser las opciones que te apetezcan e inspiren a vivir en esta ciudad de espíritu joven, olor fresco y esencia relajada.