El embarazo induce a una multitud de cambios en el cuerpo de la embarazada y la piel no es una excepción. Es importante identificar estos cambios para saber qué es normal y qué no y así tomar las medidas preventivas para una piel sana ¡a largo plazo!

Por Berenice Benalcázar A. Tecnóloga en Estética Integral y Dermocosmiatra. Fotos: 123RF

Durante el embarazo, la piel presenta otras características, en algunas mujeres se vuelve más grasosa, pero en otras tiende a resecarse.La gran mayoría observan la aparición de manchas irregulares en el rostro, llamado melasma o cloasma. Esta condición suele estar vinculada con factores hereditarios, es decir, que la mujer que presente estas manchas seguramente su madre y abuela también pasaron por lo mismo.

Es fundamental que antes, durante y después del embarazo se protejan de la luz solar. (El tratamiento de cloasma durante el embarazo no está aconsejado ya que algunos activos pueden ser tóxicos para el bebé). La exposición a rayos ultravioletas (UVA) debe limitarse durante el embarazo, ya que puede favorecer la aparición de este tipo de lesiones pigmentarias.

El uso de fotoprotector solar es obligatorio además de accesorios como gafas, gorras, sombreros. Para Berenice, directora del centro estético Skin&Beauty, las rutinas de cuidado facial durante el embarazo deben enfocarse en mantener y prevenir.

¡Sí para el embarazo!

Vitamina C: puedes utilizar productos con este componente para evitar o reducir algunas manchitas que salgan en tu piel como parte de tu rutina antioxidante. La puedes aplicar en tu rostro por la mañana, después de la limpieza y continuar siempre con tu fotoprotector.

Activos hidratantes: puedes seguir usando tu crema hidratante habitual, al igual que un sérum de ácido hialurónico, después de realizar tu limpieza facial diaria. Esto ayudará a hidratar tu piel, evitando la deshidratación asociada a los cambios hormonales.

Tratamientos nutritivos: puedes recurrir a numerosas cremas nutritivas con diversos principios activos para completar tu rutina de noche.

¿Qué se debe evitar durante el embarazo?

Los productos que debes evitar durante el embarazo son los que contengan principios activos químicos como retinol y derivados, hidroquinona, ácido salicílico mayor 4% ya que se ha comprobado que pueden ser perjudiciales al momento de la gestación.

Hay que evitar procedimientos cosméticos más agresivos, como inyecciones de bótox, colágeno, ácido hialurónico, o cirugías estéticas.

¿Cómo evitar la aparición de estrías?

Ninguna terapia ha demostrado suficiente evidencia científica para evitar o detener el desarrollo de estrías durante el embarazo. Se han propuesto distintos tratamientos, como suplementos vitamínicos, masajes con activos provenientes de las algas marinas, centella asiática, tocoferol, rosa mosqueta, y otro tipo de preparados con diversos aceites. Ninguno ha demostrado eficacia para la prevención de las estrías.

Las cremas antiestrías se deben aplicar sobre las zonas con mayor probabilidad de aparición. Se debe aplicar una o dos veces al día, haciendo hincapié en abdomen, mamas y muslos. Debe hacerse suavemente y en movimientos circulares.

Tras el parto, existen tratamientos estéticos específicos que han demostrado eficacia para atenuar las estrías, si son recientes de color violáceo y/o rojizo se puede obtener muy buena recuperación en la piel.

Hay más vello corporal, ¿es normal?

El vello corporal y facial puede aumentar su crecimiento durante el embarazo.

Existen muchos métodos para eliminarlo como el rasurado y la cera. Sin embargo, muchas mujeres afirman que su piel se pone más sensible y puede resultar más doloroso de lo normal; incluso muchas veces aparecen granitos producto de esta misma sensibilidad.

Limpieza Facial:

Ayuda a cuidar tu piel y mantenerla suave y equilibrada. 

Se utiliza técnica 100% manual sin el uso de aparatología que emita corriente. 

Masajes relajantes:

Masajes regulares con aceites hidratantes pueden ayudar a prevenir estrías. Son ideales para proporcionar bienestar a la madre y al bebé. Con maniobras suaves se va a ayudar a aflojar contracturas y favorece la la eliminación de líquidos retenidos.

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