Luego de que Harry y Meghan lanzaran varias declaraciones contra la corona británica, la reina Elizabeth II estaría buscando un equipo de abogados para hacer frente a próximos ataques.
Por Redacción COSAS
¿Una guerra dentro de la familia real? Dicen que las familias son complicadas, pero, cada día estamos más convencidos que los problemas de nadie le ganan a los de la familia real británica.
Tras meses de polémica por las declaraciones en contra de la realeza por parte de Harry y Meghan, la reina Elizabeth II estaría convencida de que el momento de buscar asesoría legal para hacer contra sus ataques ha llegado.
Según informaron fuentes cercanas a la realeza británica, la monarca ha visto en el próximo lanzamiento del esperado libro de memorias de Harry una nueva amenaza por lo que estaría buscando un equipo de abogados expertos en difamaciones que la pueda asesorar.
Las revelaciones de los Sussex
La noticia llega cinco meses después de la emisión de la polémica entrevista que ofrecieron los Duques de Sussex a Oprah Winfrey.
En la conversación, Meghan y Harry revelaron que miembros del Palacio de Buckingham habían sido racistas respecto a la llegada del primogénito de la pareja.
También, revelaron que Meghan intentó quitarse la vida debido a que sus problemas de salud mental nunca fueron tomados en serio cuando pidió ayuda.
Ante ello, días después y en nombre de la reina Elizabeth II se emitió un comunicado desde Buckingham
“Toda la familia está apenada al conocer hasta qué punto han sido difíciles los últimos años para Harry y Meghan. Los temas que se han tratado, sobre todo en el aspecto racial, son preocupantes. A pesar de que algunos recuerdos de lo ocurrido pueden variar, se toman muy en serio y se tratarán de manera privada por la familia. Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia”, relataba.
Sin embargo, fue este mismo comunicado el que los Duques de Sussex criticaron y del que hablarían en la nueva edición de su libro autobiográfico, Finding Freedom, cuya publicación está programada para el 31 de agosto.
Sobre la reacción de la reina Elizabeth II
Según un fragmento del libro, los Sussex consideran que la respuesta de la reina a sus acusaciones de racismo fue bastante “tímida”.
Cualquiera podría pensar que el comunicado emitido se trataba de un gesto hacia el dolor que había atravesado Meghan, pero por el contrario, añadieron que “la manera en que cada uno recuerda las cosas puede variar”.
Esta frase se abrió a la interpretación, pues ponía en duda la exactitud de la confesión de Meghan, lo que decepcionó por completo a los duques de Sussex.
Meghan y Harry esperaban que se asumiera una posición más fuerte, que se tomara la responsabilidad de las acusaciones. Sin embargo nada de eso pasó.
De hecho, han pasado cinco meses desde la entrevista y, hasta el momento, no han habido acciones que asuman la responsabilidad y ofrezcan una disculpa a los duques de Sussex.
Por ello, con la publicación de la nueva edición del libro a la vuelta de la esquina, la reina ha decidido tomar precauciones y asesorarse legalmente para hacer frente a las nuevas declaraciones que Harry y Meghan puedan brindar.