La conexión con uno mismo, la energía grupal, la fuerza del espíritu y del cuerpo en un encuentro holístico.
Por Redacción Cosas. Fotos: Pablo Rodríguez
El verdor intenso de La Palma, en Puembo. La naturaleza en su expresión más sublime. La energía de nuestros invitados enfocada en lograr una conexión especial gracias al Yoga. Todo fue creado minuciosamente por el equipo de revista Cosas para lograr un encuentro maravilloso e inesperado: todos fluimos con el movimiento y la respiración gracias a la guía de Caridad Ponce, maestra yogui, quien, durante una hora y media, logró una sesión tan intensa como necesaria. Fueron más de 150 invitados, entre fanáticos, expertos y novatos, que asistieron para una mañana que también estuvo llena de premios y regalos: Fybeca nos brindó bebidas saludables en un stand donde posamos para unas divertidas fotos para el recuerdo. Recibimos cajas de Stevia Life para complementar una dieta libre de azúcar; chocolates Valor –nuestros favoritos- nos brindó varias tabletas sin azúcares añadidos.
Athleta tuvo un stand con su colección de ropa deportiva donde nos regalaron un termo ¡personalizado! smoothies con fruta de temporada y ¡300 dólares de compra! para la ganadora del sorteo que se realizó después del evento. Conocimos más de Balasana y sus mats de yoga que resultan perfectos para activar cuerpo y mente. 
Y si se preguntan qué comimos: Freshii ofreció un delicioso despliegue de sánduches, ensaladas, galletas y pasteles perfectos para una mañana llena de equilibrio y frescura. Amatea tuvo una selección de sus tés más ricos que fueron ideales para refrescarnos en esa soleada mañana.
Green Tree Vegan Protein nos obsequió su potente proteína vegana para complementar nuestra rutina de cuidado muscular. Y, como la belleza es integral, Bassa nos dio una asesoría personalizada sobre el cuidado de la piel con muestras de protectores solares, sérums y cremas enfocadas en el cuidado y uso diario. Para finalizar, recibimos un masaje reparador que fue cortesía de Luum, con su staff de La Palma.
Fue, sin duda alguna, un encuentro lleno de energía, un momento de reflexión física y mental con uno mismo que, siempre, siempre es necesario para reinventar la vida.
