Los Oscar han permitido que varios looks queden grabados (para bien o para mal) en la historia de las alfombras rojas. A continuación, recordemos algunos.
Por Redacción COSAS
Audrey Hepburn de Givenchy, en 1954
Este look es considerado uno de los más elegantes de la historia de los premios. La actriz belga utilizó un vestido blanco, bordado con un estampado floral del mismo tono, con escote barco y sin mangas, acompañado de un cinturón. La actriz usó este vestido para aceptar su premio por Vacaciones en Roma.
El vestido fue diseñado originalmente por Edith Head, pero fue adaptado por Givenchy para los Oscar. Luego de esto, el diseñador y la actriz trabajaron juntos en 7 de sus películas y en ocasiones de su vida personal, por lo que la apodaron “la princesa de Hollywood”.
Grace Kelly de Helen Rose, en 1956
Ese año le tocó presentar el premio al Mejor Actor, pero gracias a su look, su protagonismo fue mucho más grande. Grace Kelly usó un vestido blanco de gasa, con un bordado floral en la falda y el escote estaba conformado por un par de gasas entrecruzadas en el pecho.
Helen Rose también creó el vestido de novia de la actriz en su boda con el príncipe Rainiero III de Mónaco en ese mismo año, después de la ceremonia de los premios.
Barbra Streisand de Arnold Scaasi, en 1969
Este es un look que también pasó a la historia de los Oscar, pero mediante una historia distinta a las dos anteriores. La actriz de Funny Girl usó un traje conformado por un pantalón acampanado y transparente; esta última cualidad se agudizó debido a la iluminación. Y mientras se acercaba al escenario, tropezó sorpresivamente.
“No tenía idea de que cuando las luces iluminaran ese atuendo, se volvería transparente”, confesó la actriz.
Lauren Hutton de Halston, en 1975
La actriz usó un vestido plisado en tonos pasteles y un abrigo de piel. La imagen de Laurten llegando a Dorothy Chandler Pavilion es una de las más icónicas en toda la historia de las alfombras rojas.
El vestido recibió el nombre de “rainbow dress” y destacó por su atrevido escote en “v”, su estilo etéreo y su infinidad de colores.
Cher de Bob Mackie, en 1988
La actriz confió en Bob Mackie en varias ocasiones para que la vista para los Oscar. Ese año, su look destacó por la elegancia y sensualidad que proyectó su atuendo: un vestido de tirantes casi transparentes, con pedrería y que resaltaba su silueta.