La sensibilidad que llevan en su corazón ha marcado su sueños. Su determinación va abriendo caminos y trazando metas que, a veces, solo existían en su mente. No se detienen con la negativa de terceros ni con la desesperanza de un mundo que no siempre es justo con los anhelos de cambio.
Por María José Troya Cruz. Fotos: Daniel Sierraalta/ Josh Degel
Las mujeres somos las protagonistas. Las mujeres que proponemos, que creamos, que gestionamos y apoyamos. Sin egoísmos ni ambiciones caducas, nuestras invitadas han demostrado su liderazgo con tenacidad y entrega, dando visibilidad a sus causas y a sus proyectos que, finalmente, nos conciernen a todas. En Ecuador y fuera de aquí, no han pasado inadvertidas y se han convertido en referentes de gran nivel gracias a sus ideas, pero sobre todo, gracias a sus resultados.
Nuestras invitadas tienen la energía vibrante, la risa contagiosa y le ponen alma a cada proyecto. Su esencia ha dado una nueva vida y visión al arte, al diseño, a los negocios, a la naturaleza y la comunicación. Son poderosas y no temen mostrar su vulnerabilidad; llevan su magia con mucha determinación para volver realidad aquello que, de verdad, va a cambiar al mundo.
Arianna Vargas Martínez
Bailarina profesional y estudiante de psicología
¿Cómo has llegado a ser un referente dentro de la danza?
Por mi constancia. Ha habido muchos momentos en los que estaba por rendirme, pero siempre encontré la determinación de seguir adelante y cumplir mis sueños, a pesar de haberme caído tantas veces. Cuando tenía 16 años, decidí dejar atrás todo lo que conocía: familia, amigos, escuela, etc. y mudarme a Italia para entrenarme como profesional. Nada ni nadie me detuvo, y eso me llevó a estar donde estoy ahora. La mayor lucha que tienen las bailarinas es que su carrera sea tomada en serio, incluso hasta por los padres, y el haber logrado salir de Ecuador a entrenarme no sólo como bailarina profesional sino como profesora certificada por el American Ballet Theatre, ha hecho que muchos paradigmas se rompan.
Estás en Italia justamente como una bailarina destacada. ¿Cómo llegaste ahí?
A los 13 años fui a una competencia que solo se puede entrar mediante audición. Al ver todo el talento internacional y el nivel de las otras competidoras, supe que quería dedicar mi vida a la danza, pero también sabía que lamentablemente Ecuador no podría ofrecerme el entrenamiento necesario. Se lo comenté a mis papás y desde ahí, todos mis esfuerzos han sido encaminados a alcanzar ese objetivo. Bailar en Europa siempre fue mi sueño, todo comenzó a hacerse realidad cuando Elisabetta Hertel, maestra italiana de renombre, fue a Ecuador a dar unas clases magistrales y me invitó a su academia en Italia. No dudé en aceptar la oferta y me mudé menos de 3 meses después. La pandemia cambió un poco los planes y tuve que regresar a Ecuador para luego unirme a una compañía en Estados Unidos “United Ballet Theatre” por dos temporadas en las que encontré un gran apoyo en Joseph Gatti, su director. Soy muy creyente de que los tiempos de Dios son perfectos y últimamente todo comenzó a alinearse: recibí el 100 % de beca para continuar mi entrenamiento y fue el momento perfecto para regresar a Italia y retomar lo que dejé en pausa.
¿Qué admiras de otras mujeres?
La perseverancia, porque para nosotras las puertas siempre están semi abiertas, siempre tenemos que estar dispuestas a ese esfuerzo extra, a ese “sacrificio” extra pero cuando haces las cosas con amor y en lo que te apasiona, no existen sacrificios.
¿Cual ha sido tu logro más significativo como mujer y como profesional?
Mis logros más significativos -como mujer y como profesional- están alineados: persigo mis sueños con metas, con objetivos claros y con un plan. Muchas personas creen que, con solo querer que sucedan las cosas, van a suceder y que solo pidiendo las cosas llegan. Yo soy un poco más objetiva y creo que Dios te acompaña en lo que te propongas, pero debemos hacer nuestra parte trabajando todos los días sin pensar en lo que está haciendo el resto.
Bianca Dager Jervis
Co-fundadora de Premios Verdes, Fundadora de Weya y de Setenta-Treinta
¿Has llegado a ser un referente de tu industria. ¿Cómo lo has logrado?
Soy una persona constante en lo que piensa y en lo que hace. Creo en tener un propósito que movilice y le de coherencia a cada decisión y paso que doy. He trabajado 20 años por el desarrollo sostenible del país y de la región. He tenido el honor de servir desde el sector público, así como también impulsar al sector privado. Me apasiona tejer comunidad.
¿Qué admiras de otras mujeres?
Admiro a las mujeres reales, a las que son empoderadas y que no les da miedo mostrar su vulnerabilidad. A las mujeres que son coherentes y conscientes y que utilizan su talento y pasión para cambiar y mejorar realidades para ellas y los demás. Me gusta mucho estar rodeada de mujeres que me inspiran y me dan otra perspectiva, con las que puedo aprender y que con una frase me sacuden la inercia.
¿Cuál ha sido tu logro más significativo como mujer?
Mi familia, ser esposa y mamá y priorizar la sostenibilidad de mi hogar sobre todas las cosas, sin desconocerme en el proceso. En lo profesional, he tenido grandes alegrías y satisfacciones. Me encanta soñar y crear, pero sobre todo ejecutar. Sin duda, junto a personas que aprecio mucho, he creado una de las comunidades más sólidas de agentes de cambio en América Latina, como Premios Verdes que ha sido maravilloso; obtener un récord Guinness por reciclaje junto a más de 93.000 estudiantes y haberlo hecho junto a un equipo espectacular, incluida mi hermana, es un gran check en mi bucket list. Además, está WEYA: una comunidad y plataforma que me tiene entusiasmada porque estoy aprendiendo muchísimo y es tangible el aporte a la educación, a valorar el diseño, la artesanía y la sostenibilidad en el país.
¿Cuál es la herramienta personal más poderosa que tienes para afrontar la vida?
He aprendido a respirar, a entender que no todo debe tener una respuesta inmediata; a priorizar y no perder la visión de largo plazo.
Siempre tengo en mente tres cosas para cada decisión consciente que tomo: coherencia, justicia y empatía. Hasta en los momentos más duros, hacer un chiste y sacar una sonrisa lo cambia todo.
Juana Guarderas Albuja
Actriz, directora y gestora cultural
¿Cómo has llegado a ser una referencia dentro del mundo artístico ecuatoriano?
Creo que eso debería responder el público, pero yo creo que tiene que ver con la perseverancia. La constancia de estar siempre presente, buscando ideas, proponiendo, creando. Tener un espacio que se ha convertido en mi trinchera creativa para darme el lujo de vivir de esto que tanto amo.
¿Qué admiras de otras mujeres?
Como soy carishina, admiro la capacidad de ser buenas warmis, porque yo no lo soy en términos de lo doméstico. Pero también admiro la posibilidad en ellas y en mi, de ir más allá de ese rol porque es turro quedarnos encasilladas en esa labor y en esa área. Admiro a las que se lanzan a crear su propia aventura: las que no se postergan, que no se traicionan a sí mismas, a las que se aman completamente y que están conectadas con ellas mismas.
¿Qué es lo que te ha mantenido tan vigente?
Insisto que es la constancia. Creo que ha sido importante la relación con el público que ha sido muy afectiva, bella y va más allá de la farándula o las fotos. Hay un afecto real y recíproca. Soy grata con ellos y he querido que justamente esa admiración que podrían sentir por mi trabajo no se instale en mi ego, sino en mi corazón. Eso es lo que me ha permitido crecer: el cariño honesto del público.
Paula Guerra
Especialista en Economía Circular
¿Cómo has logrado convertirte en un referente en temas de reciclaje y sostenibilidad?
Creo que hay un lema con el que me identifico: “sé el cambio que quieres ver en el mundo.” Y lo tengo presente todos los días de mi vida. Y además, tener mucha confianza en mi; en creerme de lo que soy capaz, saber que lo que estoy haciendo lo hago con cariño, con pasión y conocimiento.
Eres co-fundadora de ReciVeci y de ReciApp. ¿Cuál ha sido tu mejor herramienta para crear tu historia de éxito?
La comunicación. Sentarme a conversar con la gente, escuchar, compartir ideas con personas de todo el mundo, de todos los estratos socioeconómicos, de poder estar presente y escuchar.
¿Algún mantra que te repitas a ti misma?
Soy energía, soy amor, todo es posible. A diario hay que tener esta certeza de que somos capaces, de que podemos transformar al mundo, transformarnos a nosotras mismas y a nuestra comunidad porque, en efecto, es posible.
¿Qué es lo que te impulsa a diario?
Me encanta salir a trotar y estar en la naturaleza. Esa conexión me llena el alma, me centra, me limpia y me da tranquilidad y certeza para poder seguir.
Claudia González
Psicóloga y escritora
Eres un referente para las mujeres gracias a tu faceta profesional como psicóloga, pero también como autora del libro Amar No Cuesta Tanto en donde dejas valiosas lecciones de amor propio y de pareja.
En mi consulta privada estoy atendiendo hace más de 15 años y lancé mi libro que ahora está en Ecuador y Colombia. La publicación habla de las relaciones de pareja, de las herramientas para llevar a cabo una relación sana y duradera y eso obviamente tiene que ver con el amor propio, para hombres y mujeres. En esa construcción personal, entonces, llega una construcción mayor que es la pareja o la familia.
¿Cuál es la herramienta, en tu caso, que siempre te ha ayudado a construir esta faceta profesional y personal tan sólida?
La valentía para tomar decisiones. Y es que no hay proceso de terapia, consejo o acompañamiento que pueda reemplazar las decisiones que se tienen que tomar en la vida. Hay que ser valiente, porque hay que hacer ciertas renuncias a situaciones o personas, hay que confrontar los miedos, hay que poner límites. Para vivir a plenitud hay que ser valiente.
¿Qué es lo que más admiras de otras mujeres?
La bondad y la amabilidad. La empatía para poder ponerse en el lugar de la otras persona, de no hacer juicios de valor y de no hacer críticas. En mi camino me he encontrado con personas verdaderamente nobles que pueden sobrepasar malas situaciones o relaciones y perdonan con una bondad infinita de su corazón. No dejo de asombrarme.
Dentro del arte, ¿en dónde encuentras inspiración o motivación?
La música es movilizadora de emociones. Hay letras que son de despecho (risas) pero el ritmo provoca bailarlas y sacar la energía. Uno se inspira gracias al movimiento y eso es poderoso. Por otro lado, la lectura me permite la introspección: estoy frente a un libro y veo cómo eso me llega o me impacta; qué de mi vida veo reflejada ahí… La lectura es sanación. En el tema del arte, en general, me gusta rodearme por un ambiente que sea bello. Eso también me llena el alma.
Valeria Bazante
Diseñadora de zapatos
¿Cómo ha sido tu recorrido profesional hasta convertirte en una de las más destacadas diseñadoras de zapatos en Latinoamérica?
Este recorrido ha sido lleno de tropiezos y levantadas. El inicio no fue fácil, pero siempre estuve ligada al arte y a la creatividad gracias a mi padres, pero tuve que aprender en el camino. Las ganas de salir adelante son, sin lugar a duda, el impulso que se necesita. Diseñar, para mi, es algo que sale del corazón. Hay ocasiones en las que no solo se trata de tener el talento, porque al primer fallo la gente suele abandonar su sueño, entonces se trata de mantenerse firme. En mi caso, nunca he desistido.
¿Cuál ha sido tu mejor herramienta para los momentos más complejos?
El lugar donde crecí. En mi hogar me enseñaron que no hay imposibles.
¿Cuál ha sido tu logro más significativo como mujer y como diseñadora?
Como mujer, ser madre. Eso me ha llenado profundamente el corazón. En lo profesional, haber estado en el espacio Vogue de Miami y México; y haber sido invitada a prestigiosas semanas de la moda como Milan, Paris, New York Fashion Week, entre otras, con mi calzado.
¿Qué es lo que más admiras de otras mujeres?
Antes hubiera dicho que admiro el éxito de algunas mujeres que están en la cima de sus industrias. Hoy, admiro la humildad con la que van construyendo su camino porque eso les permite caer y levantarse sin pensar en el ego, sino en el objetivo.
Cone Aitken y Aurora Díaz
Educadoras enfocadas en el bienestar emocional
¿Cómo han llegado a ser reconocidas por su labor dentro de la educación?
Cone: Ha sido un honor acompañar en el proceso emocional de la maternidad y de la educación emocional. Creemos que priorizar y visibilizar la salud mental es fundamental. Somos fundadoras de Conecta y desde ahí proporcionamos espacios de capacitación y aprendizaje centrados en el manejo y la regulación de las emociones. Estamos convencidas que se necesita difundir herramientas que fortalezcan las emociones en nuestros hogares y en el entorno.
¿Qué admiras más de otras mujeres?
Aurora: Que cuando creemos en nosotras mismas nos volvemos agentes de cambio. Admiro a las mujeres, en general, porque somos capaces de hacer, de gestionar y tener resultados. No nos quedamos en planificar.
¿Cuál es la herramienta de vida que más les ha servido para lo que ustedes hacen?
Cone: Para mi hay dos cosas que me han servido. La primera es la respiración. Hacemos tantas cosas en el día (vamos, corremos, gestionamos, resolvemos) y de repente se nos olvida algo tan básico: respirar profundo. Y lo otro sería el no olvidarnos de nosotras mismas, saber que somos mujeres que, más allá de ser madres y trabajadoras, somos seres humanos con necesidades propias y hay que cuidarnos.
Aurora: Para mi ha sido la educación, específicamente la emocional. Si gestionamos las emociones, podemos tener éxito en la vida. Aprender a tener relaciones saludables…
¿Tus logros más significativos como mujer?
Cone: Maternar lejos de la familia. Vine a Ecuador hace 8 años y no estuve cerca de mi hermana ni de mi mamá; aprendí a reinventarme. Siento que después de la maternidad yo no soy la misma, soy mucho más fuerte y poderosa. Tengo mi podcast de Maternidades Imperfectas y abrí un espacio para dar voz a otras mujeres que están en este camino.
¿Algún mantra para tener la energía a diario que necesitas para tus proyectos?
Aurora: El miedo, que suele ser común antes de hacer alguna cosa, lo utilizo como gasolina para enfrentarme a aquello que necesito. Hago las cosas, aunque sea con miedo, pero las hago.
Romina Miraglia
Especialista en entrenamiento y comportamiento canino
¿Cómo has llegado a ser un referente dentro de la industria del adiestramiento canino?
Creo que llegué a mostrar el entrenamiento canino de una forma diferente, trabajándolo con una mirada más sensible y desde un lugar de puro amor hacia los perros, con el único objetivo de lograr su felicidad y la de sus dueños. Y creo que eso se ha proyectado y ha trascendido a las personas a lo largo del camino.
¿Qué admiras de otras mujeres?
La capacidad de cumplir y desempeñarse excepcionalmente en los mil y un roles que tienen en sus vidas. Y hacerlo de tal forma que hasta lo hacen ver sencillo.
¿Cuál ha sido tu logro más significativo como mujer?
Ser la primera mujer en tener y traer un título internacional en Entrenamiento y Comportamiento Canino al Ecuador. Soy pionera en el entrenamiento balanceado y enfocado en educar no solo a los perros, sino a sus dueños.
¿Cuál es la herramienta personal más poderosa que tienes para afrontar la vida?
A mi familia y amigas, quienes me ayudan a no enfrascarme en lo negativo, a ver las cosas desde otra perspectiva y a entender que “todo pasa”.